Transculturización Oriental en México
Por Alma Verónica García Ramos.
Cuando hablamos de transculturación hacemos referencia a una instancia de negociación de intercambio de productos o tradiciones entre dos sociedades y por ende de culturas distintas. En la transculturación hay negociación de sentido y prácticas de tradiciones o costumbres, hay dos culturas que se “encuentran” y en ese encuentro hay consecuencias de estas que se fusionan porque existen diferentes elementos de cada cultura que resultan atractivos para la otra. Es interesante ver cómo las culturas se apropian de elementos de grupos y sociedades diferentes, resignificándolos, dándoles un valor distinto al mismo elemento, llegando al punto de prácticamente perder el valor original que tenían en su comunidad de origen.
La importancia de este fenómeno consiste en que marca una característica que se podría añadir a la transculturación, la trascendencia que experimentan los habitantes de un lugar y es incorporada a su forma de vida de quién la adopta.

La transculturación Oriental en México es una consecuencia directa de la exposición mediática de tendencias asiáticas; sobre todo en las televisoras. Existen muchos jóvenes que desde que tienen acceso a la información de estas tendencias surge el gusto por este nuevo auge. Sabemos que vivimos en un país globalizado, en la cual los individuos tienen acceso a información, productos de consumo y aspectos culturales del todo el mundo. Es innegable dicha cuestión, entre este abanico de culturas disponibles para los habitantes de la ciudad de México, la cultura asiática va ganando aceptación y aprecio en los pobladores de la capital; hemos visto como han incrementado las tiendas especializadas, plazas
y convenciones en las que el protagonista principal es la cultura asiática, llámese Japón, China y/o Corea, siendo estos los más representativos y emblemáticos. Mucha gente que tiene el gusto por esta nueva tendencia generalmente la adopta desde pequeño leyendo cómics, viendo caricaturas provenientes de estos países, comiendo dulces, comida o practicando algún deporte de tipo oriental.
Heriberto de 26 años estudiante de Economía, quién es seguidor de la cultura japonesa comenta: “En mis ratos libres leo mangas, veo animé, a veces juego algunos videojuegos, una de las cosas que me encanta es comer comida japonesa en “Mikafe” ubicado en Calle Oslo #8 en la delegación Cuauhtémoc; es un lugar que es un restaurante de comida japonesa, y me gusta ir porque tiene un ambiente oriental. La clientela que la frecuenta, en su mayoría son jóvenes y todos sus productos son alimentos japoneses. Me gusta mucho ir a ese lugar porque me siento como si estuviera en Japón ya que los meseros visten de manera oriental y llevan siempre camisas con símbolos orientales, además es un lugar bastante tranquilo. De pequeño empecé viendo en tele abierta animes que en ese momento no supe que lo eran, después con el auge del internet investigué y supe que eran eso: animes; muchos llamaron mi atención por la manera de vestirse,

aunque eran caricaturas me empezó a gustar toda esa onda, el manga me gustó, ya que desde pequeño descubrí que había libros de los animes que me gustaron y supe que se llaman “manga”, fue cuando empecé a ver más y más; los animes y mangas tienen una filosofía que aprendí y es la cuestión de que nunca te des por vencido, de que siempre tienes que esforzarte, que a veces las cosas son difíciles pero nunca es darse por vencido, de esta manera comenzó mi fascinación por el mundo japonés. Por otra parte, me gusta ir a convenciones de la TNT o la MOLE porque soy ‘cosplayer’ porque viene de que es un juego, es jugar a representar al personaje que admiras y me gusta disfrazarme de varios personajes, se gasta mucho dinero en esto pero si te gusta ¿Por qué no hacerlo?” dijo.

Pero no todo lo que le gusta a Heriberto son sólo los animes o mangas sino también le interesa conocer la cultura y sus costumbres. Comentó que ha cambiado su vida desde que le gusta la cultura japonesa: “Su cultura es mayor a la que tenemos en México, tienen mayores estudios y ellos tienen el interés de querer estudiar más, miras las cosas desde otro punto de vista, esta forma yo la he adoptado desde hace muchos años” dijo.
En México estamos en presencia de un fenómeno de transculturación en la que cierto sector de la población está adoptando, productos y aspectos culturales orientales, tenemos al consumo como lugar de diferenciación social y distinción simbólica. En este rubro, el consumo juega el lugar que diferencia y distingue
las clases y los grupos, misma que repara en los aspectos simbólicos y estéticos.
La trasmisión de productos de entretenimiento provenientes de Asia fueron los precursores de dicha adopción de estilos de vidas e identidades relacionados a aspectos culturales. El uso de la radio y la televisión así como el internet, son elementos utilizados para mediar la relación fundamental entre las clases populares, es decir, con estas tecnologías, el consumo globaliza y genera una identidad colectiva y a la vez es causante de la segregación de la identidad. La importancia de los medios de comunicación es un aspecto clave para la propagación del consumo cultural.
Aunque el gusto por estas tendencias no sólo lleva al mexicano a integrarse de costumbres o tradiciones en su mayoría orientales. Sin embrago, siguen conservando sus costumbres y raíces mexicanas, pero de alguna manera les atrae estas nuevas formas de expresión orientales que las juntan con las mexicanas para poder tener una mayor visión de otros gustos.
Algunas tendencias orientales presentes en México con anterioridad, se han ido manifestando con más auge, como es el caso de la música oriental que viene muy fuerte con el llamado K-pop (pop coreano) que ha traído al país conciertos de algunos representantes como Big Bang, Cnblue, Super Junior, Mblaq y algunos que están por presentarse próximamente como Shinee y Nu’est; estos son aceptados en su mayoría por chicas adolescentes. La gastronomía, el cine japonés, los animes, doramas (telenovelas japonesas y coreanas de corta duración), mangas, moda, idiomas y apropiación de contenidos orientales también forman poco a poco parte de la cotidianidad de la gente. Pero, ¿cómo se construye el gusto por lo oriental?


Belén de 26 años quién es estudiante de Comunicación Social, le gustan algunas tendencias asiáticas y por supuesto no deja de lado sus gustos mexicanos, menciona: “En mis ratos libres, usualmente voy a nadar, ver películas o televisión, me gusta mucho la lectura, mis comidas preferidas son las orientales o comida chatarra, también la comida mexicana como el mole de olla, tamales oaxaqueños, pero si pudiera comer hamburguesas todo el día yo sería feliz o la comida oriental me gusta mucho, sobre todo el sabor, como del arroz de china que tiene otra textura al de aquí. Allá (en Japón) el arroz se pega, se hace como bolita muy oriental, se ve bonito y acá no se puede hacer eso. Algo que consumo mucho es el sushi y a veces lo pido para combinarlo con masago; en cuestión musical no tengo alguno favorito ya que soy muy eclética no tengo alguno en especial, agarro géneros de cualquier tipo. En cuestión musical asiática me gusta la chica que es la actriz principal de “Memorias de una geisha” y en el aspecto coreano me encantan actores como Park Shin Hye, Jang Keun Suk y también me gusta mucho Jang Woo Hyuk, me gustan por los doramas que sigo mucho. En el aspecto de cine me gusta el de terror japonés porque es muy bueno, como “El ojo” o “El aro”, hicieron muchas versiones de ambas. Las versiones americanas no les llegan ni a los talones, de hecho antes
en el canal 11, salían caricaturas de terror japonés y eran muy buenas, duraron como 2 semanas, después las quitaron porque no duraron por la audiencia, que se esperaba que fuera grande pero fue mínima. La única película en japonés que me da mucho miedo es “El viaje de Chihiro” no sé porqué pero me da miedo, la puedo ver, pero siento algo raro cuando la veo, de hecho las películas de Hayao Miyazaki me gustan pero esa en especial no. En el aspecto de ver doramas veo muchos porque son de corta duración como de 15 o 20 capítulos el más largo dura como 60 capítulos y viendo actores que veo en uno me remite a otros para seguir viendo más y más, su trama es muy directa sin tantos rodeos como las de Televisa, el dorama que más me gusta es “El rey y yo”, he visto más como “Golden Rainbow”, “You are beatifful”, “Flower boy rock band”, “49 días”, “You can from to the stars”, entre otros, lo que me gusta de las culturas orientales es que son ricas en tradiciones. Los orientales sí siguen sus tradiciones, me gusta conocer sus culturas leyendo sobre ellas, me gustaría saber porque se comportan de ciertas formas, como surgió su lengua, porqué reciben las cosas con las dos manos, porque se inclinan hacia los demás, cosas así son las que me llaman la atención de países orientales, en la muisca no soy muy fan pero he visto que algunos cantantes se rescatan por el talento que tienen, puedo mencionarte a Nu’est y Super Junior que bailan muy bien, Cnblue tocan instrumentos musicales, eso me gusta”.
De este modo, la imagen que ella se ha formado alrededor de la cultura asiática (Japón, Corea, China) se basa en los aspectos culturales, los ha tomado como parte de su supero si te gusta ¿porque de una cultura distinta a la que ella estaba acostumbrada y tuvo que advida pero no como un aspecto primordial.

En entrevista con la Profesora Susana Castellanos de la Universidad Autónoma Metropolitana cuyo esposo es japonés y radicó muchos años en Japón, comenta: “Soy chiapaneca y mi vida cambió radicalmente cuando me fui a vivir a Japón; es otro mundo, fue una experiencia maravillosa por el país, pero me entró una angustia por la falta de conocimiento del idioma porque al principio no me pude comunicar con la gente. Yo viví en el norte de Japón, para ser más precisa en Nihonmatsu, la gente es muy amable y cortés; en Tokio no, me fui a vivir con mi esposo y mi hijo. Allá es una cultura muy rígida, hay mucho machismo; aunque no hablaba japonés, me hice entender por el inglés, para mi suerte allá había un instituto de género en donde una vez a la semana aprendí poco a poco el idioma. Fue un shock ver a mi pareja japonés a quién conocí adaptado a México, pero cuando lo vi en su faceta japonesa fue muy difícil acostumbrarme a él. Cuando conocí la cultura japonesa me sorprendió bastante porque tienen una gran capacidad de crear de la nada una gran diversidad de cosas, la gente es increíblemente trabajadora, hay espíritu de comunidad. A diferencia de México, allá si hay unión pero a la vez una rigidez fuerte. Algo más que me gustó de Japón es la confianza y honestidad que existe”
Sin lugar a dudas ella tuvo una experiencia con el trato de una cultura distinta a la que estaba acostumbrada y tuvo que adaptarse.
Por otro lado, la profesora asegura: “Con la transculturación que llega a las grandes ciudades, en su mayoría echa a perder las costumbres de pueblos pequeños y la falta de tradiciones se va perdiendo. Este fenómeno de transculturación en México es como un proceso de enamoramiento, uno se enamora muchas veces de lo que no se tiene, de lo que es extraño, extraordinario, no sólo ha llegado de Asía sino también de Estados unidos y Europa, pero en efecto, lo asiático ha tenido un gran auge últimamente. La transculturación se da mientras haya contacto con los demás países y se perdería si uno se aísla de todo. El gusto por el japonés, de aprender japonés o viajar al país mucha gente lo tiene, uno comienza el gusto por estas cuestiones porque se tiene contacto desde que se es pequeño, cómo ver los animes de Candy Candy, que veía mi hermana o Heidi, yo también las conozco desde que estaba pequeña, de hecho me gusta más la animación pero en si las series no mucho porque me producen la sensación de no estar completas porque

no las veo todas. Animes que conozco que hayan marcado una historia en los jóvenes, son los Caballeros del Zodiaco y Dragón Ball Z. Uno se puede volver adicto a este fenómeno porque hay contacto continuo, uno puede hasta cantar canciones de memoria en japonés, aunque no sepa hablarlo o no sabe que dice porque lo escucha seguido, existe una capacidad de mimetizar los idiomas por ser fanática de programas o música o de objetos de tipo oriental” dijo.
La integración de la cultura oriental a México no ha sido paulatina por los medios de comunicación. En los últimos años ha crecido de forma exponencial, en gran medida por Internet, este es un parteaguas en referencia a la cantidad y disposición de información a los ciudadanos de todas las naciones, gracias a esto se ha difundido aspectos culturales y sociales de diversas naciones.
Para Kaory de 21 años quién tiene gusto por la cultura oriental y es estudiante de Comunicación Social comenta: “En México existen barrios orientales donde la gente puede acercarse y conocer este tipo de culturas, también hay lugares que se especializan en el consumo oriental, como son supermercados japoneses, coreanos o chinos, lugares de entretenimiento para conseguir objetos de Asia, cómo es la “Friki plaza”, ahí se puede conseguir cualquier objeto existente o deseado por los fans que consumen este tipo de productos, como comics, juegos, comidas, muñecos, series, dulces, libretas, ropa, etc. El consumir productos orientales depende del gusto y necesidad de cada persona, a mí en lo personal me gusta la música

visual coreana que es como rock gótico; un grupo exponente que me gusta de este género es Versailles. Me gustó esto, porque cuando iba en la secundaria mis amigos me pegaron sus gustos coreanos, de hecho fue la música que me atrajo por el gusto coreano, pero después yo fui buscando que cosas más habían y pues este género es wow, genial” dijo.

La sociedad que acepta esta nueva forma de vivir o de parecerse a los orientales poco a poco va en aumento, como lo comenta la profesora Susana Castellanos: “La gente mexicana no sólo consume comida sino también se viste y tiene actitudes como andróginas de parecerse a algún personaje o a un ciudadano japonés cómo tener el cabello largo, tener la piel suave, estar depilados de las cejas y en general depilarse y verse bonitos, poco se habla si los japoneses aceptan objetos u tradiciones occidentales, pero te cuento que ellos no nos tienen en buen concepto. La cultura mexicana en si la conocen por el conocimiento de culturas precolombinas, saben que hay pirámides y que hay cosas que son reconocidas a nivel mundial cómo la cerveza “Corona” que allá es muy conocida, pero por delincuencia y por otras cuestiones nos ven con malos ojos, por esto los japoneses no creo que tengan tradiciones occidentales y no creo que las tengan en un futuro, ellos están muy avanzados en tecnologías y entrelos países orientales sobre todo
entre Japón y China se ayudan mutuamente a la exportación de artículos, pero Japón es más productivo, ellos sí se ayudan entre sí”
La comunidad mexicana, por lo tanto, termina sustituyendo en mayor o menor medida las prácticas culturales orientales y a nivel más general, puede decirse que la transculturación es la adaptación de rasgos de una cultura ajena como propia y que mucha gente hoy en día la ha adoptado como parte de su vida diaria.
*Fuentes: Testimonios tomados personalmente a Heriberto Garibay, Belén Reyna y Susana Castellanos.