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SAN JUDAS TADEO

La devoción de moda

Por Diana Garrido A.

 

Vestido con una túnica blanca y un manto verde encima, un medallón con la imagen de Jesucristo en el pecho, pies descalzos, un báculo en la mano derecha, un halo y una flama en la cabeza, tenemos la figura de San Judas Tadeo, quién se dice era primo de Jesucristo y por lo tanto fue uno de los apóstoles más fieles y de gran devoción.

 

San Judas Tadeo parece haber heredado su propia devoción a cientos de personas que en la actualidad le rinden culto en diversas partes del mundo. Un caso particular y que ha despertado opiniones encontradas entre la sociedad en general, es en México y el repentino culto y devoción por parte de una buena parte de la población de la ciudad.

† Prometo nunca olvidarme de este gran favor

 

El día 28 de cada mes, los fieles a San Judas Tadeo se reúnen en las diversas iglesias de la capital para rendirle culto a uno de los santos más socorridos de los últimos años, pero sin duda las más concurridas son la iglesia de “San Hipólito” ubicada en avenida Hidalgo y la parroquia “San Judas Tadeo” que se encuentra en Calzada del Hueso.

   En efecto, ambos recintos tienen tantos adeptos que cada mes podemos encontrar una tertulia afuera y adentro. Personas de todas las edades entran y salen con el deseo y esperanza de ser ayudados y socorridos por aquella figura divina que es “San Juditas”. Vemos caras de esperanza, preocupación y entusiasmo. Los milagros realizados van de boca en boca y las mandas y promesas, se hacen presente en los altares.

 

Así, la salida de la estación Hidalgo de la línea 3, se logra ver y ubicar con dificultad la Iglesia de San Hipólito, puesto que está rodeada de puestos ambulantes que exhiben productos del llamado “patrón de las causas difíciles”. A lo largo de los tablones y manteados de colores llamativos, se encuentran apilados y organizados perfectamente, rosarios de todos los tamaños y formas, ya sea para niño, niña o adulto, veladoras chicas, medianas, grandes y jumbo, algunas ecológicas y las “normales”, cuadros con la imagen del santo, igualmente de diferentes tamaños. Hay también figuras en volumen pequeñas para bolsillo hasta figuras realmente grandes que alcanzan el tamaño de un hombre promedio. Pulseras, collares de colores, escapularios, llaveros y fotitos de cartera resplandecen en las mesas. Los puestos más nuevos, se adaptan a lo que le gusta a los visitantes, sobre todo a los jóvenes, por ello entre su mercancía se encuentran bolígrafos, encendedores, fundas para celular y camisetas con diferentes diseños, algunas son personalizadas, pero todas tienen la imagen de aquella figura divina. Pero no todo es tan serio, existen versiones de San Judas para todos los gustos, por ejemplo, hay figuras de peluche para los niños y otras caricaturizadas para hacer al “patrón” más carismático y lindo. Hay lámparas, bolsas de mano y hasta colguijes para celular. Así que no hay pretexto para no tener algún objeto que brinde la protección divina de San Judas Tadeo.

La parroquia de San Judas Tadeo ubicada frente a la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco no muestra exactamente lo mismo, sin embargo, afuera del recinto se ven algunos puestos pequeños, mesas chicas y mantas cortas que cubren del sol a los vendedores, en su mayoría, adultos mayores. Entre los objetos de venta se pueden ver collares, escapularios, veladoras e imágenes, pero no más. En este caso no hay tantos objetos personalizados para cada devoto, sin embargo, la variedad de amuletos que sirven de protección es vasta y es suficiente para poder llevar a casa algún “recuerdo” de San Judas.

 

Sin duda, esto nos remite al pasaje escrito en la biblia, en dónde Jesucristo, colérico, destruye los puestos de los comerciantes que se habían establecido afuera del templo. Ya que estaba prohibido lucrar con Dios y su hogar, entonces ¿por qué siguen afuera de las iglesias aquellos puestos ambulantes? ¿Será que es tan rentable que incluso a la misma iglesia le favorece? Puede ser, ya que adentro de la iglesia de San Hipólito hay productos “oficiales” de San Judas Tadeo, entre ellos encontramos camisetas, veladoras y hasta agua bendita embotellada y en garrafones que llevan el nombre del santo como una marca. Todo ello se debe a la fascinación y fe masiva que se le profesa desde hace no mucho tiempo.

† Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda

 

Hasta hace unos diez años, las personas que acudían a rendirle culto a San Judas, eran principalmente adultos mayores o familias completas que iban a pedir ayuda por alguna enfermedad o por las carencias económicas, pidiendo así la sanación o la ayuda para encontrar un empleo o conseguir un aumento. Los favores pedidos eran de este tipo. Sin embargo, conforme ha ido pasando el tiempo, la asistencia a estos recintos se ha visto dominada ya no por aquellas personas, sino por jóvenes que se visten con camisetas polo, pantalones pegados y tenis marca jordan y toman la actitud propia de un criminal, es decir, son retadores, presumen el ser los chicos malos y su presencia se nota a kilómetros.

   Ellos han sido clasificados por la sociedad como chakas, tepiteños o reggaetoneros, todo ello de manera ofensiva y hasta burda. Pero ellos no se ofenden del todo, pues hay quién se autodenomina de esta manera y lo alardea. Esta tribu urbana usa como estandarte, entre otras cosas, la devoción por San Judas Tadeo, la cual manifiestan cada mes, en particular el 28 de octubre.

Muchos de estos chicos, llegan a las iglesias con una mona en la mano y las peticiones y mandas van resonando entre los asistentes. Estas también han cambiado, ya que ahora se escucha a uno que otro devoto rogándole a San Judas porque “no me atrape la tira” o “porque el ‘negocio’ crezca tanto como el de los cárteles grandes”. La afluencia a estas iglesias es realmente grande, sobre todo desde que una parte del sector joven de la ciudad se unió a esta manifestación de fe.

   El cura Martiniano Martínez, encargado de la iglesia “Corazón Inmaculado de María” ubicada en la Avenida Santana, tiene una opinión particular al respecto, así que después de pactar una cita conmigo para comentar este fenómeno, comenta que “esto ya no es fe, no sé que es en realidad, muchos piensan que se trata de una nueva manera de expresión de la fe católica, pero yo no puedo concebirlo de esa manera, sencillamente no puedo (…) Quizá es solo falta de atención de otros sectores como el gobierno, si tan solo les prestara más atención y les diera recursos económicos, acceso a la educación o qué se yo, habría menos maleante católico. Eso son: maleantes católicos, y te lo digo porque yo lo he visto en San Hipólito cada 28, más en octubre. Va mucha gente, pero ya no como antes, que veías rodeado de adultos mayores la iglesia, ahora ves a muchos chavos que no se ven muy creyentes, pero en fin, se agradece que asistan”.

† Ven en mi ayuda en esta gran necesidad

 

No hay duda de que estos nuevos fieles son vistos como relegados por parte de los antiguos devotos, basta con escuchar la voz de Guillermo Adrián, quién se declara un fiel devoto desde que era un niño pequeño: “Para ser devoto de San Judas debes tener fe (…) ‘La fe mueve montañas’ y yo se lo agradezco a mi mamá porque ella me acercó a él (…) Esa es la palabra más importante: la FE, es la mejor curación espiritual, del alma. Yo estoy en contra de los jóvenes que van, yo lo clasifico como moda, te aseguro que muchos de ellos se dedican a raptar y robar a la gente. La diferencia entre los antiguos fieles y los de ahora es que lo hacen por moda, por diversión. Sin embargo, hace 30 o 35 años las personas hacían mandas y les costaba cumplirlas, hoy en día yo los veo en el metro, van con su figura enorme y sus collares, pero eso no es fe”.

 

Es claro que los conservadores del catolicismo se oponen a esta nueva generación de devotos, puesto que los llaman “maleantes” y “falsos”. Muchos de los que van a manifestar su fe cada mes, se han encargado de hacer crecer este estereotipo pues entre ellos lo comentan: “Si de verdad eres reggaetonero, te vale lo que digan los demás y les demuestras que eres el papi del barrio escuchando a los chingones y perreando con una mami, pero también siéndole fiel a mi papi, a mi patrón San Juditas Tadeo”. Comentarios de este tipo se escuchan, este comentario, fue tomado al aire, ya que la disposición a ser entrevistados y dar su testimonio respecto al tema es casi nula.

Esto es justamente lo que no le es agradable a la sociedad católica conservadora, como a la señora Guadalupe Sánchez quién es consistente al decir que no le agrada este tipo de devotos: “Ellos no son devotos, es una moda que implantaron, porque aparte lo ligan a la Santa Muerte y ella no está bien porque dios peleó contra ella y él ganó, ¿cómo va a ser real? Una fe real no es llevar una imagen grandota, simplemente con que tengas fe, aunque tengas una imagen chiquita, tu fe debe ser grande desde el corazón. Tu fe no puede ser de dientes para afuera”

 

En efecto, aunque hay muchos devotos fieles, hay también devotos que siguen tendencias y modas, es el caso de un testimonio anónimo: “Podrán decir lo que quieran, pero que den gracias a que estamos aquí. Si no fuera por nosotros, no habría nadie aquí, solo habría puro ruco y nada de nosotros. Le damos vida”

 

Es claro que los devotos que hacían plegarias por la cura de alguna enfermedad o por la protección de la familia o simplemente agradecían el estar vivos un día más, son personas de edad avanzada que conocen el origen de la devoción y del santo mismo, que por lo consiguiente se oponen a esta nueva manera de rendir culto a San Judas Tadeo, es decir a aquellos que demuestran cuán grande es su fe, llevando la figura más grande o los collares más llamativos.

En estos tiempos en que se vive un gran escepticismo y a la vez una religiosidad poco vista anteriormente, solo queda tomar una postura fija respecto a ello, sobre todo cuando la religión sigue siendo un tema tabú en el país y que al igual que la vestimenta o la música, define quién eres y qué haces. Este nuevo culto a San Judas es sin duda un tema polémico que ha logrado convencer a algunos y ha alejado a otros.

 

 

 

 

 

 

 

* Fuente: Testimonio tomados personalmente de Martiniano Martínez, Guillermo Adrián, Guadalupe Sánchez y un testimonio anónimo. Asistencia directa a los lugares. Respecto a las fotos, fueron tomadas personalmente

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